Guerra.
Esto es
guerra, guerra, guerra.
Guerra
santa que desgarra los cielos estériles y la tierra negra.
Guerra que
espera con la boca abierta
para
devorar las hijas desprevenidas
de la
producción en masa de fe y de plegarias.
Guerra.
Esto es
guerra, guerra, guerra.
Guerra que
nace de la entrepierna rebelde,
candente,
ardiente, sexual y apasionada,
de la
garganta que reconoce el sabor de los orgasmos gemidos
y que sabe
para qué son las aleluyas y cuándo entonarlas.
Guerra.
Esto es
guerra, guerra, guerra.
Una guerra
sostenida en la puntas de lenguas de lava y palabra
y en el
acto revolucionario de convertirla en estandartes de seda y saliva.
Lenguas que
lamen vulvas agridulces
flores abiertas
que nunca
debieron ser prohibidas.
Guerra.
Esto es
guerra, guerra, guerra.
Y vamos a
ella pintadas a besos
con trazos
de luna sonriente
adornando
nuestros muslos
levantando
nuestras frentes mientras reclamamos nuestro espacio
y marchamos
orgullosas al altar de la patria.
Guerra.
Esto es
guerra, guerra, guerra.
Batalla a
batalla,
golpe a
golpe de tambor y piel,
libando el
jugo espeso que regala el vaivén de unas caderas
queriendo
ser guerreras sólo por amor
deslizando
el alma entera
por el
vientre sudoroso del placer que nos renueva.
Guerra.
Esto es
guerra, guerra, guerra.
Una guerra
sin pactos de miedo
y con
treguas nacidas desde el deseo.
Guerra con
balas de aire
lanzadas
desde cada caricia
amasadas en
unos dedos desesperados
tras un
hambriento latido blando y enhiesto.
Guerra.
Esto es
guerra, guerra, guerra.
Guerra
desde mi clítoris y el tuyo.
Guerra que
se levanta desde mi carne morada, rosada y rebelde
que se
levanta como un mar hambriento
por el puro
placer de contradecir
reglas de
guerra creadas tan sólo para amarrarme a la cama amarga del sexo avergonzado.
Guerra.
Esto es
guerra, guerra, guerra.
Guerra de
pieles, de cuerpos, de dedos
y cartuchos
de besos profundos y húmedos.
Guerra sin
cortes marciales
guerra al
censor que mira con envidia
nuestras
danzas salvajes alrededor de hogueras nocturnas.
Guerra.
Esto es
guerra, guerra, guerra.
Guerra en
la que nuestro temblor parece eterno
al filo del
abismo de un gemido.
Guerra,
esto es guerra, guerra, guerra.
Por la
libertad.
Guerra y
estallido.
Placer y
equidad.
*Foto: "El origen del mundo" de Gustave Courbet
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