(Del experimento "Carne y alma")
El reloj
marca la medianoche
Escribo la
palabra amor en mi pecho izquierdo
y dibujo un
corazón en el declive por el cual bajaría una caravana de besos
si el amor
me visitara
Imagino las
ruedas de un reloj rojo y brillante
De mis
pezones rebeldes
dueños del
pecho
nacen las
demás palabras que susurro con uñas rojas
y vocación
de diosa
Mi propio
deseo se escurre desde las manecillas del tiempo
y soy mi
propio reloj y latido
Espirales turquesa
ruedas
dentadas
y el vapor
salado de algún ayer
El tiempo
es una cuerda tensa que decapita mariposas desprevenidas
pero en los
vaivenes del péndulo ardiente de mi voluntad
se aferran
crisálidas de esperanza
una marea
tibia lista para volar
Un enjambre
verde
se abre
paso en mi pecho
mientras
descubro la certeza del amor
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